La micología es uno de los grandes vacíos en la investigación biológica del siglo; siendo reconocido como un Reino de vida independiente tan sólo en 1969, los hongos han sido prácticamente invisibilizados, marginalizados, y hasta ridiculizados por las hegemonías de la ciencia occidental. En este contexto de discriminación, el estudio de los hongos surge desde la disidencia como una disciplina indiscutiblemente ‘queer’, ya que para conocerlos es necesario abrirse a un viaje disruptivo, revolucionario, colectivo, en transición, y profundamente transformativo. (Kaishian & Djoulakian, 2020)

En las obras de nuestra trigésima aparición Noᴻ-conforming_XXX en FADI 2023: Festival de Arte Disidente de Iquique, los hongos nos muestran modos de vida fuera de los binarios del género, cooperativos, alternativos, promiscuos, y enredados, que representan todos aquellos excluídos segmentos humanos y más-que-humanos con un rol determinante en la sustentabilidad de una existencia interconectada. Los hongos no se conforman con los sistemas tradicionales, y nosotres tampoco.

El Festival de Arte Disidente de Iquique, este año en su mayor versión, contará con la presencia de artistas disidentes y neurodivergentes de la Región de Tarapacá y la Zona Norte de Chile: Arica y Parinacota; Antofagasta; Atacama; y Coquimbo. Así consagra su trayectoria en el Museo Regional como un espacio comunitario de intercambio y mediación en torno a las artes, las resistencias culturales, y las disidencias. Desde la creencia en la experiencia democrática de intercambio y contrabando de sentires y oficios ligados al arte, FADI se proyecta como un entorno amable, seguro y abierto a la comunidad, libre de odio trans, homo, lesbo, gordo, bi, xeno, no binarie.

La exposición Noᴻ-conforming_XXX reúne obras que por una parte, invitan a des-individualizar nuestras cuerpas humanas, y diluirlas en un micelio rizomático comunitario. Por la otra, a una recolección de extrema resistencia; los hongos como una herramienta frente a la opresión, un objeto de justicia, y de nutrimento. Y por último, a la incorporación de lenguajes físicos, narrativas post-humanas; co-creadas e instauradas colectivamente con el fin de la armonía ecosistémica.