Claudia Müller
2019
Las condiciones ambientales que requieren los hongos para proliferar dependen del agua, la temperatura y el oxígeno. La actual crisis medioambiental resulta de un desequilibrio que ha malentendido estos bienes comunes como recursos.
Fuente es un habitáculo que proporciona el control ambiental necesario para cultivar setas del hongo ostra (Pleurotus ostreatus), una de las especies comestibles más conocidos del Reino Fungi. El habitáculo no debe abrirse pues contiene un sistema de circulación de agua cerrado que funciona como surtidor de humedad y plataforma para que los hongos crezcan. Esta suerte de invernadero remeda la pileta del frontis del museo, espacio donde iba a ser montada la obra previo al estallido social que remece a la avenida Vicuña Mackenna, a la ciudad y al país.
Una cámara de seguridad proyecta en la segunda planta del museo lo que ocurre al interior del habitáculo, protegiendo el principio de no intervención, sacro y de misterio. La generación de ambientes propicios para el cultivo de la vida aparece como un concepto que cuestiona el rol que se han otorgado los humanos, asumiendo una superioridad y el derecho a controlar e intervenir los ciclos de la vida. En el libro El diseño de ambientes para la vida (2012), el antropólogo Tim Ingold plantea la importancia de la coexistencia y codesarrollo que corresponde, precisamente, al modo en que viven los hongos formando una estructura rizomática y a la asociación del micelio con las raíces de las plantas, generando una interconexión entre todos los actores de la naturaleza.